FELICES FIESTAS

 



¿Quién lo hace...y cuándo?

«Cuando hablamos de progreso no nos ceñimos únicamente a una mera cuestión de valores estéticos. Nos referimos asimismo a la mejora de los procedimientos y a la evolución de los materiales. Sin nos pudiésemos asomar al año 2000, nos serían dadas a conocer una serie de posibilidades todavía inexploradas. Todo trabajador del sector del mueble (diseñador o empresario; joven o viejo) tiene la posibilidad y el deber de plantear líneas de desarrollo de acuerdo con sus capacidades y con los medios disponibles. El nuevo panorama de los materiales, los nuevos métodos de inyección y moldeado, la necesidad de renovación de los tapizados, el carácter insternacional de los modelos para la exportación, los sistemas de embalaje, etc., son otros tantos problemas industriales que deberían a examinarse en el laboratorio y en la mesa de dibujo.
Como bien sabemos en Finlandia, las posibilidades de la madera continúan sin haber sido del todo aprovechadas. Se están realizando, no obstante, costosos experimentos y programas técnicos de investigación sobre la madera en diferentes laboratorios privados, en un organismo técnico de investigación y en una fábrica aeronáutica. A pesar de que el personal y los recursos de los laboratorios existentes no dan de sí mas que para las tareas rutinarias, la evolución alcanzada desde los años treinta ha dependido y depende principalmente de la continuidad de los experimentos. De hecho, puede que el futuro de Finlandia quede forzosamente supeditado al desarrollo tecnológico en este sector. Estos experimentos, además, requieren de arquitectos que los inspiren, lo guíen pacientemente y los critiquen con rigor. Sorprende constatar lo poco que los grandes productores saben acerca del verdadero potencial del diseño experimental, incluso cuando cuentan con personal capacitado e interesado. Si abrieran los ojos y tomaran conciencia del potencial de los experimentos, en lugar de tratar de ahorrar mediante una financiación a corto plazo, podrían multiplicar por cien sus actuales ingresos. No hubo un solo empresario que apoyara a Edison,  a Ford, a Nobel ni a Aalto cuando probaron sus ideas experimentalmente. Únicamente con su fe y su energía de la industria. Parece como si fatalmente a un hombre con ideas innovadoras no le quedara más remedio que recurrir a sus propios recursos para materializarlas y probar su rentabilidad»


Fragmento del texto ¿La fábrica, el laboratorio o la mesa de dibujo?. Reflexiones sobre el mobiliario y su producción en Finlandia. (Fabriksalen, laboratoriet eller ritningsbord?) Publicado en la revista sueca de diseño Form, nº1, 1948. En: Clásicos del Diseño: Ilmari Tapiovaara. Santa y Cole, 1997

[Imagen: Maija Mehiläinen, Ilmari Tapiovaara, 1955]